La incineración verde o hidrólisis alcalina emerge como una opción respetuosa en un mundo cada vez más preocupado por el impacto ambiental. Puede ser una opción para aquellos que buscan una alternativa más sostenible a los métodos tradicionales de cremación con fuego o inhumación.
La incineración verde o hidrólisis alcalina todavía no está homologada en España, pero ya está autorizada y se está empleando con éxito en diversos estados de EE.UU. Su llegada a Europa puede venir de la mano de Holanda, donde ya se reclama su estudio y aprobación.
La hidrólisis alcalina es una técnica que consiste en sumergir el cuerpo del difunto en un contenedor de acero presurizado con un 95 % de agua y 5 % de hidróxido potásico líquido. Esta mezcla se lleva a una temperatura de unos 150 ºC en una solución que alcanza un pH de 14. Estas condiciones de alcalinidad a alta temperatura y presión, mantenidas durante unas tres horas sobre el cuerpo, acelera el proceso de degradación de los tejidos. Así el método de la incineración verde o hidrólisis alcalina reduce los tejidos orgánicos a compuestos bioquímicos más simples.
Tras triturar el residuo obtenido junto con los huesos, se obtienen cenizas compostables.
Esta técnica minimiza la liberación de dióxido de carbono y otros contaminantes atmosféricos, ya que los procesos son más eficientes y requieren menor cantidad de combustibles fósiles que la cremación tradicional.
La incineración verde o hidrólisis alcalina no necesita grandes terrenos, lo que contribuye a la conservación de áreas naturales y evita la urbanización de áreas verdes.
La hidrólisis alcalina utiliza una solución química especial en lugar de altas temperaturas, lo que significa un uso más eficiente de la energía y una reducción importante en la cantidad necesaria de gas natural o electricidad. Además,su elección implica el uso de urnas biodegradables o la dispersión de cenizas en la naturaleza, lo que reduce la necesidad de recursos materiales.
Esta técnica evita la contaminación del suelo y del agua que a veces suele ocurrir con la inhumación tradicional debido a la liberación de sustancias químicas de los ataúdes y metales de los productos funerarios.
Muchas personas eligen la incineración verde o hidrólisis alcalina por su deseo de ser parte de la naturaleza después de la muerte. Esto permite que las cenizas se dispersen en parques naturales, jardines conmemorativos e incluso se utilicen para fertilizar árboles y plantas, lo que promueve la biodiversidad y la renovación de la vida en la Tierra.
La incineración verde o hidrólisis alcalina no solo ofrece una forma respetuosa y ecológica de despedirse de nuestros seres queridos, sino que también contribuye positivamente a la conservación del medio ambiente.
Además de su impacto positivo, ofrece una forma bonita y natural de cerrar un ciclo de vida. Conecta a las personas con la naturaleza de una manera única y significativa.