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Qué son las cenizas funerarias

Se conocen como cenizas funerarias las materias que resultan tras realizar la cremación de un cadáver. El proceso de cremación se realiza en hornos crematorios concebidos especialmente para incinerar los cuerpos de las personas fallecidas que eligen esta opción.

Este proceso funerario ya ha dejado de ser una elección minoritaria en nuestro país. Es cada vez más popular y ya está por delante de los entierros tradicionales.

Durante el proceso de cremación, que dura unas dos horas, el cuerpo del difunto queda reducido a cenizas. Estas cenizas resultantes son las conocidas como cenizas funerarias. Se entregan en una urna funeraria a las familias y éstas dispondrán de ellas según sus deseos o los del propio finado.

Qué hacer con las cenizas funerarias

La empresa funeraria que se encargue de gestionar del proceso crematorio entregará a las familias las cenizas funerarias del cuerpo del difunto. El plazo habitual es de unas veinticuatro horas, pero también dependerá del horario en que se realice la incineración y de la disponibilidad del horno crematorio.

Una vez que la familia ya sea dueña de la custodia de las cenizas funerarias, podrá hacerse cargo de ellas o también renunciar a su cuidado.

En el caso de que la familia no tenga interés en guardar las cenizas debe renunciar a ellas por escrito. Así, el tanatorio/crematorio se hará cargo de los restos y los gestionará como residuos.

Si la familia decide custodiarlas y el fallecido no ha dejado clara su voluntad al respecto, podrán optar por diversas opciones que se exponen a continuación:

Depositarlas en un columbario

Esta es la opción más tradicional, pues es la alternativa más similar al entierro o inhumación. Consiste en guardar las cenizas funerarias dentro del cementerio, en unos nichos especiales para urnas funerarias. Las familias pueden visitar así a su ser querido como si de una tumba tradicional se tratase.

Guardar las cenizas funerarias en casa

Es otra de las opciones más habituales. Suele elegirse por razones emocionales, por tener más cerca al ser querido que ha fallecido. Es una elección legal y aceptada también por la iglesia católica, siempre que los restos sean tratados con respeto.

Esparcir las cenizas

Es una de las elecciones más populares actualmente. Las cenizas funerarias pueden esparcirse en el mar, en el monte, en algún terreno de la familia, en los lugares habilitados para este fin de los cementerios, …

La normativa para esta opción varía según las comunidades autónomas, por lo que es recomendable informarse antes de proceder al esparcimiento de las cenizas funerarias. Las multas son costosas en algunas comunidades por considerarse delito contra el medio ambiente.

Repartir los restos cinerarios

El algunos casos las familias optan por repartir las cenizas funerarias.

Pueden separarse en diferentes urnas para depositar las cenizas en varias ciudades importantes para el finado, por ejemplo. O en las casas de varios familiares que no quieren separarse de los restos de su ser querido.

Convertir las cenizas en joyas

Además de las opciones más habituales, existen otras más originales para guardar las cenizas funerarias de un familiar.

Actualmente es posible convertir las cenizas en joyas que los familiares y amigos podrán portar en su día a día. Pueden hacerse colgantes, pulseras o anillos que llevan un pequeño contenedor para cenizas. También hay empresas que transforman las cenizas en ‘diamantes’ que pueden aplicarse en cualquier tipo de joya.

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