Las urnas biodegradables son un producto cada vez más demandado en nuestro país.
La incineración de los cadáveres, como alternativa a la tradicional inhumación, aumenta año tras año. El crecimiento de las incineraciones ha motivado el incremento de la demanda de las urnas funerarias para albergar las cenizas resultantes de este proceso. Estas urnas se entregan a las familias para que dispongan de ellas según sus deseos o los del propio fallecido.
Por otro lado, es evidente que el sector funerario está cambiando mucho estos últimos años. Su evolución es rápida y los productos y servicios que ofrece son cada día más novedosos y sofisticados.
Las urnas biodegradables son uno de los productos más innovadores que se han desarrollado en los últimos tiempos. En un mundo en el que la ecología y la ecología han cobrado mucha importancia, el uso de productos orgánicos y biodegradables resulta inevitable. Y las urnas funerarias también han evolucionado hacia esa sostenibilidad.
Las urnas biodegradables o biournas son urnas funerarias que están fabricadas con materiales orgánicos que se degradan en un corto periodo de tiempo por la acción de la propia naturaleza. El beneficio principal es este último, que su material se integra en el medio ambiente en muy pocos meses o años y no contamina en absoluto.
Además, su composición no es nociva para los seres vivos que puedan entrar en contacto con estas urnas biodegradables.
Elegir una urna de cremación puede no ser tarea fácil por la cantidad de opciones que se ofrecen. Las urnas para cenizas pueden ser de diversos tipos. Hay de infinidad de formas, materiales, colores, acabados,… Todas ellas permiten conservar las cenizas de un difunto de manera segura y en un estado óptimo.
Las urnas biodegradables suponen un paso más allá. Son ecológicas porque están fabricadas con materiales orgánicos y biodegradables. Esto permite que puedan ser enterradas, o sumergidas en agua, y se integrarán en el medio ambiente con todas las garantías. El tiempo que tardan en desaparecer estas urnas biodegradables oscila entre diez minutos y varios años, dependiendo de su destino y del material concreto con el que estén realizadas.
Las urnas biodegradables, además, son resistentes y no contienen sustancias tóxicas ni nocivas.
Otra razón para elegir urnas biodegradables es su precio. Se puede comprar una urna ecológica a partir de los 100 euros. Dependiendo del modelo y la composición su precio puede alcanzar los 800 euros.
La misma empresa funeraria puede ofrecer a las familias esta alternativa, además de asesorarlas al respecto.
Los tipos de urnas biodegradables se clasifican dependiendo del lugar dónde se van a depositar. Los materiales que se emplean en su fabricación son diferentes. Los más habituales son fibras vegetales, cáscaras de frutos, arena, arcilla natural, hojas duras, cortezas de árbol, …
Las urnas cuyo destino es ser enterradas se fabrican con sustrato vegetal, fibras duras y cáscaras de frutas como el coco. Estos materiales son muy beneficiosos para favorecer la calidad de la tierra. Además, las propias cenizas del difunto son nutrientes que actuarán perfectamente como abono.
Las urnas pensadas para depositarlas en el mar se fabrican con sal marina y aglutinantes de origen vegetal. Además se les incorpora calcio que beneficia a los seres vivos marinos, como los crustáceos y los corales.
Las urnas para depositar en agua dulce se hacen de arena y aglutinantes vegetales. Arrojar las cenizas a un río o un lago es beneficiosos para la nutrición del fitoplancton y aumentar la clorofila de las plantas acuáticas.