Llevar flores para un entierro es uno de los detalles más valorados por la familia de un fallecido.
Las flores nos acompañan en muchos momentos de nuestra vida y cobran gran protagonismo en todos los eventos que nos reúnen con nuestros seres queridos. Las flores transmiten alegría y felicidad. Es habitual disfrutar de ellas en un nacimiento, en una boda o un cumpleaños. Pero también lo es en los momentos de pérdida o duelo. Las flores tienen su lenguaje propio y alegran u ofrecen consuelo, según la ocasión.
Las flores para un entierro se regalan con ánimo de presentar las condolencias y de mostrar respeto hacia el difunto y su familia. Son un recurso magnífico en momentos de tristeza y despedida. Ofrecen ánimo y consuelo en esos días tan dolorosos.
Por qué regalar flores para un entierro
Enviar o llevar flores a un entierro es una forma espléndida de transmitir las condolencias y animar a la familia del difunto. Elegir las flores adecuadas mostrará además empatía con el dolor de los familiares y amigos.
Por ello, al elegir las flores para un entierro debemos de tener en cuenta cuestiones como:
- el tipo de flor. Cada flor tiene una simbología. Cada tipo representa un significado diferente. Es importante elegir la más adecuada al sentimiento que queramos expresar ante la familia del fallecido. Las flores más apropiadas para una despedida son los crisantemos, las rosas, los claveles y los lirios. Ya detallamos su significado en ‘Flores para un funeral’.
- el formato del arreglo floral. Los formatos de los arreglos funerarios más habituales son las coronas, los centros, las cruces y los ramos de flores. Estos arreglos son un arte en sí mismos y se preparan con mucho mimo por los floristas profesionales. Elegir para la ocasión un adorno discreto siempre será un acierto.
- el tamaño del adorno floral. Hay que elegir el más adecuado en función de la relación o parentesco o amistad que nos una con el difunto y su familia. Si tenemos una relación muy cercana con el finado, lo más adecuado será una gran corona de flores. Si, por el contrario, nos une con él una relación poco cercana, un sencillo ramo de flores será el detalle más apropiado.
- las creencias del difunto y sus familiares. La tradición funeraria es diferente en cada religión. Hay que ser considerado con la familia del fallecido y elegir unas flores para un entierro adecuadas a sus creencias. Las cruces florales, por ejemplo, pueden no ser adecuadas en una ceremonia no católica o un funeral civil.
Aunque nos enfrentemos a un momento triste o negativo, todas las flores habituales en los tanatorios y los cementerios poseen un significado positivo. Y con estos sentimientos reflejados en las flores nos despedimos de nuestros seres queridos y presentamos nuestros respetos a sus familiares.